Chollos Mejor Disco SSD Externo - Almacenamiento supersónico en tu bolsillo
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Los mejores discos SSD supersónicos que caben en tu bolsillo (y algunos que podrás permitirte)
La forma en que guardamos e intercambiamos datos ha cambiado mucho desde la era de los viejos y lentos diskettes. Ahora podemos llevar "tropecientos gigabytes" en un pendrive y almacenar varios "teras" en la nube como si nada.
Pero para todos aquellos que necesitamos mover archivos muy pesados o ejecutar aplicaciones y videojuegos a máxima velocidad, la nube se nos queda muy fina, y ahí es donde entra en acción el disco duro externo SSD, auténtica bala supersónica.
La nube es genial
Antes que nada queremos dejar bien clara una cosa: Sí, sabemos que los medios físicos están en desuso (CDs, DVDs, pendrives, discos duros), y sí, también sabemos que podemos tener casi todo sincronizado automáticamente "en la nube" (Dropbox, iCloud, Google Drive, OneDrive). La nube es una maravilla y la usamos a diario, por supuesto. Gracias a la nube podemos sincronizar el contenido de todos los ordenadores y dispositivos, y recuperarlo si sucede algo malo (tan común como un robo, un extravío o una avería).
En la nube todo está salvaguardado sin esfuerzo. Haces una foto con tu smartphone... y ¡chas! aparece automáticamente en tu PC. También puedes recuperar un archivo que hayas borrado o editado por error. Y al formatear el ordenador o cambiar de móvil, le das a restaurar desde la nube y "se pone todo como estaba antes".
Pero la nube no sirve para todo
Aunque quizás dentro de unos años no necesitemos el almacenamiento físico para nada, de momento la nube sólo es un repositorio de acceso remoto (lento), y por tanto insuficiente para tareas en tiempo real que requieren alto rendimiento y transportabilidad, tales como:
Mover constantemente grandes volúmenes de datos (copias de seguridad masivas)
Lanzar aplicaciones al instante (sin retardos de ejecución o funcionamiento).
Revisar o editar archivos de gran peso (metraje foto-videográfico, patrones en crudo).
Almacenar y ejecutar videojuegos de nueva generación (Series X, PS5, PC)
Almacenar y reproducir contenidos multimedia de muy alto bitrate (películas 4K-8K, renders de gran tamaño)
Almacenar y reproducir contenidos de actualización constante (servidores de red, por ejemplo).
Intercambio de archivos entre profesionales creativos
En todas esas situaciones necesitamos un soporte físico para almacenar la información y manejarla con rapidez. Y ahí es donde entran en juego los dispositivos de almacenamiento externo SSD.
¿No es mejor un pendrive o microSD?
"Pues yo con un pendrive y una tarjeta micro SD voy like a boss".
Bien, si ese es tu caso, ya tienes solucionado el problema del transporte y almacenaje de datos privados ;) Pero seguirás sin tener velocidad de acceso a aplicaciones, y tampoco podrás realizar con eficiencia muchas de las tareas detalladas en el punto anterior.
¿Por qué? Porque un pendrive es un dispositivo muy lento, especialmente para copiar grandes volúmenes de datos (mover bloques de 10 a 100 GB se puede hacer pesadísimo), o leer rápidamente datos muy fragmentados (velocidad de acceso). Con las tarjetas micro SD sucede lo mismo. Igual que un altavoz de columna suena mejor que un altavoz de cubo por limitaciones físicas insalvables, un SSD tiene más y mejores "carriles" para acelerar el intercambio de datos, y eso siempre será así. Además los pendrives USB y las tarjetas de memoria son dispositivos frágiles y pequeños, con conectores muy volátiles, por lo que pueden perderse o estropearse con mayor facilidad.
"¿Cómo que no son guays? ¡Yo puedo almacenar una peli Full HD en mi pendrive! ¡Y toda mi música! ¡Y miles de fotos en la micro SD del móvil! ¡Poder ilimitado!"
Vale, pero... ¿Has intentado usar ese mismo pendrive como disco externo de PS5? ¿Serías capaz de revisar 1.000 fotografías de 24 megapíxeles a diario en una micro SD, esperando 10 segundos a que cargue cada una de ellas? ¿Te valdría un pendrive para hacer copias de seguridad diarias en una red corporativa? ¿Podrías editar vídeo 4K en tiempo real en Premiere o Final Cut?
Evidentemente no. ¡Te desesperarías! En todas esas tareas de alto rendimiento (y muchísimas otras que no hemos mencionado) los discos SSD toman el control y son absolutamente necesarios.
¿Por qué elegir un disco duro SSD externo?
Los SSD portátiles son dispositivos de almacenamiento mucho más pequeños, atractivos, cómodos y rápidos que los discos mecánicos convencionales. Estas son algunas de sus ventajas más destacables:
Ventajas de los SSD portátiles
Sin partes móviles: Los discos duros convencionales contienen varios platos magnéticos y un brazo mecánico que se desplaza a gran velocidad para leer y escribir datos sobre ellos. Esto genera dos problemas: ruido y peligro de rotura. Si zarandeamos un disco mecánico mientras está activo, podemos romperlo y perder toda la información en él. Además generan una vibración audible, que dependiendo de modelos puede ser más o menos molesta. Los discos SSD sólo contienen chips de memoria flash y circuitos impresos, por lo que puedes zarandearlos todo lo que quieras. Y son silenciosos como una piedra, ya que no contienen partes móviles.
Ultra portátiles: Al ser tan pequeños (apenas más grandes que un paquete de tabaco), caben en el bolsillo de los vaqueros, en la chaqueta, o en el bolso, y por tanto se pueden llevar de un lado a otro con la misma facilidad que un tarjetero.
Ultra ligeros: Pesan la tercera o cuarta parte que un smartphone (unos 40 gramos los más pequeños), así que son tan livianos que ni siquiera sabrás que los llevas encima. Los discos portátiles convencionales pesan más que tu smartphone (unos 200 gramos). Y los discos externos de escritorio pesan hasta 1 kg y arrastran un molesto adaptador de corriente.
Ultra rápidos: Son del orden de 10 a 20-40 veces más rápidos que un disco mecánico portátil convencional. ¡Una salvajada!
De gran capacidad: Que sean tan diminutos no significa que no puedan alcanzar grandes capacidades de almacenamiento. Los más comunes ofrecen entre 512GB y 2TB, pero actualmente ya hay modelos portátiles de hasta de 4 TB (muy caros, eso sí).
Bajísimo consumo: Si el consumo eléctrico de un disco duro portátil mecánico ya es extremadamente despreciable (del orden de 1W-2W hora), un SSD consume aproximadamente un 200% menos que un disco convencional, algo que cobra especial importancia al conectarlo a un portátil con batería o colocar varios SSD en serie con el mismo conector USB (con un hub, por ejemplo).
No requieren enchufe: Al tener un consumo tan bajo, no requieren adaptadores de corriente, y por tanto no hay que conectarlos a un enchufe de pared, ya que se autoalimentan desde el puerto USB o Thunderbolt.
Interfaz más rápido: Los últimos modelos ya vienen con interfaz USB C / Thunderbolt, un tipo de conector mucho más rápido y eficiente, que no genera cuellos de botella y que permite aprovechar al 100% la velocidad de transferencia de los más discos rápidos.
Desventajas de los SSD portátiles
También debemos tener en cuenta sus particularidades:
Muchísimo más caros: Aunque los precios han bajado bastante en los últimos años, suelen costar un 50% más que un SSD SATA, y el triple que un disco convencional. Sobretodo si son modelos muy miniaturizados o de gran rendimiento. Por ejemplo, un disco portátil mecánico de 1TB puede costarte 55€, un disco SSD SATA de 1TB saldría por unos 99€, mientras que el SSD portátil equivalente se quedaría en unos 130-150€.
Más fáciles de perder: Aunque es mucho más difícil extraviar un disco SSD que un pendrive o una tarjeta de memoria, cuanto más pequeños y livianos son, también más fácil resulta dejarlos olvidados en alguna parte.
¿Más frágiles? No siempre: Algunos modelos son susceptibles de acabar averiados al someterse a diferentes ambientes, golpes o cambios de temperatura, pero también hay otros que es justo al contrario: están fabricados para resistir polvo, lluvia y todo tipo de maltratos. ¡Elige bien!
Algunos se calientan: Algunos modelos (sobretodo los más rápidos), pueden llegar a recalentarse un poco en operaciones de lectura / escritura sostenidas. En general esto no es más inconveniente que el hecho de que al tocarlos se notan calientes, pero a más de uno puede llamarle la atención. También algunos modelos pueden disminuir su velocidad operativa si se calientan demasiado tiempo. De nuevo... ¡Elige bien!
Se degradan con el uso: Este es uno de los inconvenientes más polémicos y comentados, así que lo describiremos con mayor amplitud a continuación.
¿Vida útil baja?
Por las particularidades de los chips NAND, las unidades SSD tienen un límite de escritura que se indica en TBW (Terabytes Written, o Terabytes que se pueden escribir antes de que sea probable su fallo). Por ello se considera que la vida útil de un disco SSD es aparentemente más baja que la de un disco mecánico, aunque como veremos a continuación esto no debe preocuparnos en absoluto, ya que esta cifra hoy en día ronda los 2.000 - 2.400 TBW, lo que significa que con un uso diario normal necesitarás muchos años para ver una degradación real en un SSD (tendrías que escribir 2.000 veces 1TB, es decir, borrar y llenar un disco de 1TB al menos 1 vez durante 2.000 días seguidos).
Para que veas un ejemplo claro de degradación real, hemos analizado la integridad de uno de los ordenadores de nuestras oficinas, un iMac de junio de 2017, y estos son los resultados del análisis de salud del disco SSD:
El disco ha estado en actividad eléctrica 1.170 horas, repartidas a lo largo de 3 años y 8 meses, y en todo ese tiempo ha escrito 23.5 Terabytes de datos en sus chips. Su degradación ha sido de tan sólo un 2% con un uso ofimático diario y algo de edición videográfica. El disco está en perfecto estado y conserva su capacidad total (500GB) sin errores ni fallos de funcionamiento. Eso significa que podría servirnos muchos años antes de mostrar fallos, algo no tan esperable de un disco mecánico estándar.
Otros discos SSD externos de diferentes marcas que hemos analizado nos han dado una integridad del 100%, todavía mejor. Veamos un ejemplo curioso: un disco SSD de 2TB que utilizamos como almacén de Dropbox para todos nuestros archivos privados, y que está enchufado unas 10-12 horas al día:
También hemos analizado discos SSD que usamos conectados a Xbox Series X y PS4 Pro, y especialmente un disco SSD que usamos como servidor multimedia enchufado 24-7, en funcionamiento contínuo desde hace 3 años, y aún así muestra un estado de integridad del 100%, con unos 190 TBW escritos, lo que según el fabricante le otorga un 80% de vida restante. Eso significa que aún podría estar operando en las mismas condiciones... ¡Otros 10 años!
Así pues... ¿Cuándo debemos preocuparnos por la vida útil de un disco SSD? La respuesta es sencilla, sólo cuando reescribamos totalmente la capacidad del disco de forma muy continuada, por ejemplo haciendo copias de seguridad completas diarias (no incrementales) de 500GB -1000GB - 2000GB. ¿Cuánto tiempo aguantará el disco en esas condiciones de estrés? Aproximadamente unos 2 o 3 años con una reescritura diaria total.
Pero la realidad es que para un uso de oficina diario, videojuegos, instalar el sistema operativo o realizar copias de archivos puntuales, un disco SSD aguantará décadas sin fallar ;)
¿Es mejor un SSD SATA o un disco SSD externo?
Realmente un disco SSD SATA interno es idéntico a un disco SSD SATA externo, sólo que en el segundo caso viene encapsulado en una cajita para que lo puedas llevar de un lado a otro y lo puedas conectar por USB cómodamente. Pero ojo, porque un disco SSD SATA (como el de la izquierda la imagen) estará siempre limitado por la velocidad máxima de su conector SATA (vaya suelto o en caja externa), mientras que un disco SSD externo "de fábrica" (como el de la derecha de la imagen), puede contener un SSD SATA o un SSD NVMe (mucho más rápido), y además puede o no aprovechar el puerto USB-C / USB 3.2 para no limitar su velocidad de transferencia. ¡Cuántas posibilidades!
Sólo si necesitas velocidades de transferencia que requieran sobrepasar la barrera de los 2000 MB/s (una salvajada brutal), tendrás que recurrir a discos NVMe internos, ya que tienen que estar conectados al bus del sistema para aprovechar su velocidad de transferencia descomunal.
Curiosidad: PS5 utiliza un disco SSD NVMe de alto rendimiento, de ahí que no haya ningún SSD externo que pueda servir para instalar juegos nativos de PS5.
Pero vayamos ya a ver cuáles son los discos SDD externos con mejor relación calidad-precio:
¿Recomendado?: SÍ, si necesitas velocidades de transferencia profesionales. NO, si no tienes un puerto USB C de última generación (gen 2). Por calidad-precio: IDEAL Gaming PC Ultra y PS5
¿Recomendado?: SÍ, es un buen disco en relación tamaño-precio-velocidad
Ventajas de los SSD frente a discos estándar
Se llaman SSD (Solid State Disk o disco de estado sólido) no porque el resto de discos sean líquidos o gaseosos ;) sino porque no incluyen piezas móviles en su interior.
Sus ventajas son muchas y las hemos descrito anteriormente, pero debes saber que si instalas el sistema operativo en un SSD (interno o externo, da igual), de inmediato notarás una mejora espectacular de rendimiento. Windows o MacOS cargarán en apenas 20 segundos, los programas que antes tardaban en lanzarse se abrirán de un pantallazo, y los videojuegos reducirán sus cargas notablemente (entre 20 y 100 segundos, dependiendo del título).
Esto es porque los SSD usan tecnología de chips FLASH (parecidos a la RAM, de acceso muy rápido), en lugar de almacenar la información en pistas y tener que recorrerlas mecánicamente para leer y escribir sobre ellas. De esa forma consiguen velocidades de acceso 10 veces mayores que los discos portátiles convencionales (que rondan unos birriosos 40 MB/s, frente a los 400 MB/s de los SSD más lentos). Incluso hay SSDs que multiplican por 100 esta velocidad (hasta 4000 MB/s) ¡De alucine!
Truco: Hazte tu propio disco SSD portátil por poco dinero
Vale, ya has visto los precios de los discos externos y todos son muy caros ¿verdad?. Pues puedes ahorrarte algo de dinero haciendo lo siguiente:
Coge un disco SSD SATA que tengas por casa y mételo en una caja de disco portátil barata. ¡Alehop! Ya tienes tu SSD externo por 10 euretes.
Verás que la combinación de disco + caja no superará los 110€-120€, con lo que ahorrarás entre 20€ y 80€ respecto a discos SSD portátiles "de marca" como los que hemos detallado anteriormente, aunque lógicamente sin sus ventajas asociadas (mayor portabilidad, estética, resistencia o velocidad adicional).
Aquí tienes los discos SSD SATA que más nos gustan ahora mismo en calidad-precio:
La solución anterior es también perfecta para crear tu propio disco SSD externo barato para PS4 o Xbox. En cuanto lo conectes al puerto USB de tu consola (especialmente en PS5 y Xbox Series X-S) notarás una mejoría brutal en los tiempos de carga de casi todos los juegos, así como en la instalación de los mismos por descarga digital.
Comparativa de tiempos de carga:
https://www.youtube.com/watch?v=BIP8uAFx8JM
Tiempos de carga mejorados en PS4 y PS5:
The Witcher 3 (stock): 1:33
The Witcher 3 (SSD): 1:10 (ahorras 23 segundos)
Horizon Zero Dawn (stock): 1:24
Horizon Zero Dawn (SSD): 0:44 (ahorras 40 segundos)
Tiempos de carga mejorados en Xbox One - Series X-S:
Sea of Thieves (stock): 1:14
Sea of Thieves (SSD): 0:34 (ahorras 40 segundos)
Forza Horizon 4 (stock): 2:40
Forza Horizon 4 (SSD): 1:08 (ahorras 92 segundos)
Estos ahorros en tiempos de carga pueden no parecer críticos a la hora de lanzar un juego por primera vez, pero sí lo son a la hora de reiniciar un nivel o cambiar de fase. Imagina que te han matado 15 veces seguidas. Si cada vez que cargas el nivel ganas 15 segundos, en realidad habrás ahorrado 4 minutos. Ahora multiplica ese tiempo ganado por todos los juegos que uses. Time is money, friend! ;)
Truco: Conecta tu SSD con un adaptador USB
Si ni siquiera te quieres calentar la cabeza con cajitas, existe un adaptador SATA a USB 3.0 que se vende en Amazon, y que te servirá para enchufar discos SSD SATA directamente al puerto USB 3.0. ¡Ideaza!
Puedes tener el disco SSD "desnudo" y conectado permanentemente con este adaptador (siempre que no vayas a darle golpes o trastearlo demasiado claro)
¿Qué tamaño de SSD debo elegir?
Aunque esto va por necesidades, aquí te damos algunas pistas:
256GB: Ya se ha quedado desfasado, no te recomendamos que compres un disco externo de esta capacidad, ya que lo llenarás muy rápido y te quedarás con ganas de más, a no ser que tengas clarísimo que sólo lo quieres para unos cuantos archivos y poco más.
512GB: Esto ya está mejor. En ese espacio puedes almacenar un montón de fotos y vídeos en alta definición, o instalar el sistema operativo y tener todavía espacio para muchas aplicaciones y algún juego no muy pesado. Pero no te emociones porque también lo llenarás pronto :D
1TB: Quizás es el tamaño más demandado, ya que te cabrá cualquier cosa que quieras transportar, y también lo podrás usar como disco de expansión en tu consola, o bien para instalar el sistema operativo, unas cuantas aplicaciones, y tener espacio aún para varios juegos de nueva generación.
2TB: Ideal, idealísimo. Si te lo puedes permitir, aquí te cabrá cualquier cosa, y si eres un profesional que genera archivos muy gruesos, agradecerás mucho tener todo este espacio de sobra. ATENCIÓN porque a veces se da el caso de que sale el precio por GB mucho más económico comprando el disco de 2TB que el de 1TB, puede valer la pena el gasto extra.
4TB: Ni te acerques. La mayoría de discos SSD externos de 4TB parten de los 600-700€, y si son de alto rendimiento se acercarán a los 900€. El precio es muy elevado y seguramente preferirás invertir en 2 discos económicos de 2TB.
8TB: ¿Eres millonario? ¿Nos prestas un millón?
¿Qué velocidad escojo?
Esta pregunta no es nada fácil de responder, ya que la velocidad a escoger dependerá en primera instancia de tus necesidades reales. Así pues... ¿Cuánta velocidad necesitas DE VERDAD? Veámoslo:
400-500 MB/s * Gran mejora en la carga del sistema operativo y aplicaciones * Editar vídeos Full HD (1080p) * Servidor multimedia * Ver películas 4K * Ampliación externa para Xbox (guía de puertos) o PS4-PS5 (guía de puertos) * Rendimiento elevado en PCs gaming * Copias de seguridad ágiles (500 MB/s = 0.5 GB/s = backup de 1TB en 32 minutos)
1000 MB/s * Ampliación externa para PS5 (Xbox no la aprovecha) * Rendimiento muy alto en PCs gaming * Editar vídeos Ultra HD (4K) * Editar y revisar muchas imágenes, planos o archivos de grandísimo peso (50-100MB) * Copias de seguridad rápidas (1000 MB/s = 1 GB/s = backup de 1TB en 16 minutos)
2000 MB/s * Rendimiento extremo en PCs gaming de gama alta * Edición audivisual profesional en equipos de alto rendimiento * Copias de seguridad muy rápidas (2000 MB/s = 2 GB/s = backup de 1TB en 8 minutos)
Después de leer eso, seguro que te ha sorprendido descubrir que realmente muchas de las funciones de los discos de 1000 MB/s no las vas a necesitar, por lo que probablemente con un disco de 400-500 MB/s ahorrarás dinero y tendrás más que suficiente.
Digan lo que digan los gurús de la master race, para un uso cotidiano de oficina hay muy poca diferencia entre elegir un SSD NVMe de alto rendimiento y un SSD SATA normalito. Esto es porque en muchos casos las aplicaciones o tu ordenador no pueden procesar flujos de datos tan grandes a la vez, o tan rápido, con lo que siempre hay algún elemento que hace de cuello de botella y no se aprovecha toda esa velocidad extra, o bien tu ordenador puede, pero tú no mueves o manejas archivos grandes con la suficiente asiduidad para que esto represente un factor condicionante.
No obstante, también puede que por tu trabajo o aficiones (gaming de alto nivel) sí te interesen esas velocidades tan brutales, o quizás prefieras asegurarlas de cara al futuro. En tal caso, deberás tener en cuenta esta tabla y la siguientes explicaciones:
Tal como señala muy acertadamente un usuario en los comentarios de Amazon del Sandisk Extreme Pro de 2000 MB/s:
“Para que la transferencia del disco se acerque a los 2000 MBytes/s, necesitas un ordenador equipado con USB 3.2 Gen 2x2 (20 Gbits/s), de lo contrario sólo llegarás a algo menos de 1000 MBytes/s”
Básicamente lo que sucede es que hay dos tipos de conectores USB:
USB-A: El de toda la vida, el rectangular. Es fácil de identificar porque nunca encaja a la primera, ya que tiene conectores asimétricos. Es el que usan casi todos los dispositivos hasta hace nada, "el USB normal".
Una vez descrita su forma, cabe saber que este conector puede ser de varias generaciones ( hasta 3.1 Gen 2), por lo que si tu ordenador lo lleva, revisa sus especificaciones. En caso de que alcance 3.1 Gen 2, la velocidad máxima que admitirá es 10Gb/s, lo que equivale a unos 1000 MB/s en la práctica.
UN EJEMPLO DE USB-A LIMITANTE: Si el USB-A no alcanza Gen 2, como en el caso de Xbox Series X, lo que sucederá es que la velocidad quedará limitada a 5 Gb/s, equivalente a unos 500 MB/s, por lo que si conectas un disco más rápido no podrás aprovecharlo.
USB-C: Es el USB "redondito", el que da igual como lo pongas que siempre encaja ¡BENDITO!. Ese nos cae a todos mejor ¿verdad? Además USB-C permite mayores velocidades de transferencia de datos y por lo tanto es el que usan los discos SSD externos más rápidos.
Pero ojo, aquí viene el buen lío: todavía hay muchos conectores USB-C que no son de última generación (gen 2.), sino de la anterior (como USB-A), y por tanto su velocidad queda limitada a 10Gb/s = 1000 MB/s. De nuevo: lee las especificaciones oficiales de tu ordenador.
UN EJEMPLO DE USB-C LIMITANTE: PS5 tiene puertos USBs más rápidos que los de XBOX SERIES X, pero no de última generación, por lo que si conectas un disco SSD externo de 2000 MB/s, funcionará a 1000 MB/s como máximo.
Por ello, es importantísimo asegurase de que todos los eslabones de la cadena (disco / cable / dispositivo) serán capaces de comunicarse a la misma velocidad. Si no es así, estarás desperdiciando entre 1000 y 1500 MB/s, así que plantéate adquirir un SSD de menor velocidad.
Bien ahora que ya te hemos dejado la cabeza como una jaula de grillos, vayamos al momento final:
El disco SSD externo que te recomiendo
Mi disco SSD portátil favorito es el SanDisk Extreme Pro SSD e 1050 MB/s, porque ofrece un equilibrio perfecto entre tamaño, resistencia, peso, rendimiento y precio. Utiliza un disco NVMe de grandísima eficiencia, tiene la garantía de un gran fabricante (y de Amazon si lo compras ahí), y unos comentarios estupendos. Yo lo tengo y estoy encantado.
Especialmente indicado para: PS5, gaming de PC, tareas profesionales de edición
No te recomiendo el modelo de 2000 MB/s porque realmente será difícil que le saques partido si no tienes un puerto USB-C compatible con esa velocidad máxima. Y tampoco te recomiendo un SSD de velocidad inferior, porque la diferencia de precio no es tan acusada, vale la pena invertir unos euros de más en el de 1000 MB/s.
Si tienes una Xbox, no le sacarás partido, así que compra uno de 400 o 500 MB/s que te salga bien de precio, como este: