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Microsoft nos ha traído una pequeña gran sorpresa: Xbox Series S, una consola mucho (muchísimo) más pequeña que ninguna (pero menos potente que Series X), que sirve para contentar a un sector del público que no está dispuesto a pagar 550€, y que quizás dispone de una gran biblioteca digital que quiere seguir aprovechando en años venideros.
Índice de contenidos
El precio de Xbox Series S
Sin duda el plato fuerte de Series S es su rompedor precio. Con un PVP recomendado de 299€, se sitúa como la consola con mejor relación precio-potencia del mundo, y todavía no entendemos cómo han conseguido semejante cuadratura del círculo.
Y es que aunque la capacidad gráfica de Series X un tercio de la de Series X, incluye el mismo procesador, el mismo disco duro SSD, y muchas de las mejoras de tasa de fotogramas, escalado 4K y Raytracing de su hermana mayor, por lo que el cómputo de capacidades y potencia global es netamente superior al de Xbox One X (2017).
Sólo digital... pero así es el futuro
Al igual que PS5 All digital, Xbox Series S no lleva lector de discos Blu-ray UHD, algo que puede echar para atrás a algunos a la hora de decantarse por esta opción. Pero nos guste o no, hay que ser realistas, esa va a ser la tendencia en el futuro, ya que cada vez menos personas compran películas o juegos en formato físico, además de que cada vez es más cómodo y sencillo comprar los juegos en formato digital, sobretodo con la existencia de un servicio como Game Pass, que perite disfrutar de +100 juegos por una cuota irrisoria al mes.
Sin embargo, integra el mismo disco SSD ultrarrápido para eliminar las pantallas de carga, cambiar entre juegos de forma instantánea, y además tendrá asegurada la retrocompatibilidad con todo el catálogo de Xbox.
Características técnicas Xbox Series S: Una bestia enjaulada
Este es listado de características a modo de avance (sin datos técnicos) que ha lanzado Microsoft en redes sociales.
- 🎮 Consola totalmente digital
- 🏃 Tiempos de carga muy rápidos
- 📈 Tasas de fotogramas elevadas
- 🌎 Mundos más ricos y dinámicos
- 🔥 Rendimiento de nueva generación
- 🔎 La Xbox más pequeña jamás construida
Y este es el hardware interno que incorpora:
- Procesador de 8 núcleos AMD Zen 2 a 3.60 GHz
- Unidad GPU RDNA2 (4.2 Teraflops con 20 CU)
- 10 GB GDDR6 RAM (8GB @ 224GB/s y 2GB @ 56GB/s)
- Xbox Velocity Architecture
- DirectX Raytracing
- Tasa variable de refresco
- Tasa variable de sombreado
- Latencia ultra baja
- 2,4 GB/s (datos en bruto) / 4,8 GB/s (comprimidos)
- Reanudado rápido de juegos
- Disco duro 512GB NVME SSD
- Sin unidad de disco óptico
- Resolución 1440p hasta 120 fps (HDMI 2.1)
- Reescalado nativo a 4K
- Tiempos de carga rápidos
- Reproducción de vídeo nativa a 4K
- Retrocompatible con todas las consolas Xbox anteriores
- Smart Delivery y juegos optimizados next-gen
Pero las mayores mejoras no vendrán de la mano de la potencia bruta, si no por la adopción y aprovechamiento del ansiado puerto HDMI 2.1, que ya incluyen los televisores de gama alta de nueva generación, tales como el LG OLED CX o el Samsung Q95T, y que permitirán implementar tasas de refresco variables y latencia ultrabaja, para no ver saltos de fotogramas ni rasgados de imagen, tener una respuesta inmediata a la pulsación de botones, y tasa variable de sombreado, que permitirá definir con precisión cómo aprovechar la potencia gráfica en cada momento para reducir el impacto computacional y energético.
Comparativa Xbox One X vs Xbox Series S
Uno de los argumentos de los primeros detractores de esta nueva consola es que es innecesaria, ya que su potencia es inferior a One X. Pero esto no es cierto en absoluto, de lo contrario Microsoft no habría rediseñado por completo la arquitectura de Series S y se habría limitado a seguir vendiendo One X.
Las diferencias son muchas, pero la más evidente es el procesador, que en el caso de One X es de arquitectura Jaguar, con más de 8 años de antigüedad y una frecuencia de reloj muy baja, mientras que el procesador de Xbox Series S es de arquitectura Zen 2 de AMD, una de las más avanzadas y energéticamente eficientes para juegos, con una frecuencia de reloj elevada.
Diseño Xbox Series S
"Rendimiento de nueva generación en la Xbox más pequeña de la historia". Podría ser simplemente el eslogan de la campaña publicitaria de Microsoft en redes sociales, pero en el caso de Series S, se ajusta completamente a la realidad. La nueva consola "de gama media" es la máquina más potente jamás encapsulada en una caja de semejante tamaño, es incluso más pequeña que Xbox One X, que ya tiene una caja muy comedida.
El diseño de ventilación además, con ese gran círculo y el lateral microperforado, está pensado para que todos los componentes estén perfectamente refrigerados sin que haya thermal throttling, ni fallos de hardware o cuelgues, y al mismo tiempo sea igual de silenciosa que Series X y One X.
Un disco duro ultrarrápido... pero pequeño
Otra de las ventajas "copiadas" de su hermana mayor es que Series S incluirá un disco de estado sólido ultrarrápido (SSD), con un interfaz de acceso personalizado para que las texturas de alta resolución y los juegos carguen al instante, al mismo tiempo que los menús respondan rápidamente y sea agradable navegar y saltar entre opciones y juegos.
Pero al ofrecer un precio tan comedido, el disco ha tenido que ser reducido de 1TB SSD a 512GB SSD, y eso, en los tiempos que corren actualmente, con juegos que ocupan +100GB, puede poner las cosas difíciles para gestionar la biblioteca de juegos. Bien es cierto que para todos los títulos de catálogo existirá la posibilidad de conectar un disco duro portátil externo de gran tamaño (los hay hasta de 5TB por muy poco dinero), pero si queremos ampliar con memoria SSD propietaria, mucho nos tememos que este tipo de tarjetas de ampliación de 1TB serán extremadamente caras (del orden de 200€).
Tráiler Xbox Series S
Ya podemos ver un avance muy gráfico en el que incluso se compara el tamaño de Series S con el de Series X.
Game Pass y un gran catálogo de juegos
Al ser una consola exclusivamente digital, Xbox Series X basará su potencial en la posibilidad de disfrutar de los estrenos exclusivos de Xbox, únicamente pagando la suscripción a Game Pass, que puede ser tan barata como 1€ para nuevos miembros.
Al mismo tiempo, prácticamente todos los juegos de Xbox One y Xbox 360 funcionarán de forma nativa y mejorada en Series S, lo que significa que quienes ya tuvieran una biblioteca digital de títulos de Xbox comprados, podrán seguir disfrutándolos con mejor calidad y tasa de fotogramas en la nueva, por lo que no existirá esa presión por comprar juegos de lanzamiento.
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